dimarts, 4 de desembre del 2007

SOCIALITZACIÓ

Article de J.J Millás (Levante 22/12/05)
"Un grupo de adolescentes grababa en vídeo las palizas que daban a un compañero. Da igual dónde, no importa quién, es irrelevante la marca de la cámara. Resulta tan verosímil que suceda en Almería como Bilbao; que los niños sean de clase media o alta; que la cámara sea Sony o Philips. Todo puede suceder en cualquier parte, como la burbuja inmobiliaria o la subida de tipos de interés. El caso, como digo, es que uno de los agresores grababa la paliza. Me pregunto qué habría ocurrido si en vez de haberle dado por grabarla, se le hubiera ocurrido escribirla. ¿Habría acabado modificando su comportamiento? Quizá no, pero habría terminado introduciendo matices reflexivos en la salvajada. Pongamos un caso exagerado: el Descubrimiento de América. Es cierto que los españoles esclavizaban a los indios y violaban a las indias. No tenía cámaras para grabar sus barbaridades, pero utilizaron las plumas para describirlas. Y ahí están las Crónicas de Indias. Ahí está el padre Bartolomé de las Casas, cuya obra supone una autocrítica feroz al comportamiento de los invasores. No soy nada optimista respecto a la humanidad. Somos unos cerdos con escritura o sin ella. Pero, permítanme un pequeño ataque de corporativismos: la escritura añade a la descripción de la realidad un valor filosófico. Si tú te pones a describir cómo tus compañeros azotan al más débil de la clase, cómo le queman la piel con la punta de sus cigarrillos, cómo le arrancan las pestañas o las uñas, tarde o temprano caerás en la trampa de contar la tortura desde el torturado. Quizá en ese instante sientas un movimiento de empatía hacia él. Tal vez te preguntes si eso que haces está bien hecho. No sé, no sé, es sólo una hipótesis (difícil de demostrar por otra parte), pero quiere uno creer que escribir es, moralmente hablando, más complejo que grabar. Quiere uno creer que la pluma estilográfica tiene más sentimientos que el objetivo. En todo caso, ¿por qué hay más gente dispuesta a grabar sus barbaridades que a escribirlas? Quizá porque para grabar no es preciso estar alfabetizado. O tal vez porque sujetar una cámara duele menos que sujetar un bolígrafo. La historia dice que el que acaba escribiendo es la víctima (véase Primo Levi). ¿Por qué?"
Aquest article el titolava J.J.Millàs "Somos unos cerdos". Sembla desesperançador però podríem entendre el títol com "som uns animals" que seria sinònim de no som éssers socialitzats, no ens hem fet humans. Hi ha, a l'article una curiosa relació entre escriptura i educació/cultura/socialització, i el no escriure, el gravar, amb instint i manca de reflexió.
Doncs això, reflexiona i contesta... per què acaba escrivint la victima?
(fins divendres 7-XII, 0'3 punts)

4 comentaris:

Anònim ha dit...

Es increíble como hay tanta gente hoy en día que disfruta viendo y grabando semejantes salvajadas como es el hecho de presenciar una agresión sin motivo alguno y que no muestren ni un simple asomo de dolor al hacerlo.
En este artículo J.J Millás intenta reflejar la cobardía que parecen tener aquellas personas que graban una pelea pero que no se atreven a meterse en la piel de la persona que está siendo agredida. Si se atreviesen a escribirlo en vez de grabarlo sería una muestra de valor que mostraría el "agresor" por poder ponerse por un momento en el sitio de la otra persona sintiendo todo lo que siente ella, de esta manera posiblemente se le quitarían las ganas de volver a agredir una proxima vez ya que habría aprendido el daño que ha podido causar.
Es la víctima la que termina describiendo el acoso que ha recibido porque de esta forma se podría decir que se desahoga y refleja en el papel el posible odio que tenga en el cuerpo sumado de una tremenda impotencia, miedo y rabia.
Por lo tanto, podríamos acabar concluyendo que al analizar este acoso se le daría "la vuelta a la tortilla" ya que en realidad el valiente sería el agredido que es el que refleja sus sentimientos y no el agresor que simplemente lo ha grabado y se ha enorgullecido de ello.

Anònim ha dit...

Jo pense que la gent en realitat no som tan roïns. Al agafar un càmera i gravar un acte violent, en realitat no es mostren els sentiments de qui està gravant, però si ho relates com una història, la persona que ho ha vist descriurà la situació i es posarà de part de la víctima perquè es dona conte de que això es massa violent i es sentirà en l’obligació de defendre’l i de tindre un poc d’empatia cap a ell.

Per altra banda, la persona que està gravant el vídeo està davant de les persones que estan fen-li mal a la víctima i si el que grava renega d’això li pegaran a ell també. Així doncs no li convé obrir la boca. Però si ho relata des d’un paper té més llibertat d’expressió perquè les persones que pegaven a la víctima no estan davant de ell i pot ficar-se en el lloc de la víctima. Si el mires des d’altre costat, una persona que escriguera un acte tan violent sense mostrar cap sentiment d’empatia cap a l’altra persona seria una actitud molt egoista i sense sentiments.

En conclusió, acaba escrivint la víctima perquè es posa en el lloc d’ella.

Anònim ha dit...

Sociología

* ¿Porqué acaba escribiendo la víctima?
Últimamente, parece ser que eso de pegar palizas y al mismo tiempo grabarlas en una cámara de video, y luego colgarlas en Internet, está a la orden del día.
A mi parecer, si uno de los agresores, en vez de grabar la paliza la hubiera escrito, yo creo que su comportamiento y sus sentimientos hubieran cambiado, ya que si lo escribes, se incluyen muchos más detalles, además, de una manera u otra, te acabas metiendo en el papel de la victima. Esto ocurre, porque al intentar escribir la paliza, te sensibilizas mas con la persona, porque describes también sus sentimientos y eso al grabarlo no se ve. También hay que añadir, que el grabar unas imágenes tan duras como esas, no hace falta expresar tus opiniones, porque ya hay testigo ocular, y si escribes lo que estas viendo, acabas siendo subjetivo.
Ahora bien, ¿porqué acaba escribiendo la víctima?. Yo creo, que la víctima acaba escribiendo lo sucedido, porque ella quiere demostrar lo que sentía cuando le estaban pegando, si le dolía mucho, es decir, sus sufrimientos, lo que se le venía a la mente. Sería una descripción moral, no física.


Alumna: Inés Lisarde Auriña
Clase: 2º bachillerato A
Profesor: Jaume

Anònim ha dit...

Me parece muy fuerte lo que J.J.Millás nos cuenta en su artículo. Este tipo de acto humanos se producen diariamente en las calles a causa de discusiones y peleas entre amigos que acaban desgraciadamente muy mal. Y que uno de ellos viene a ser el que graba la pelea, desde mi punto de vista pienso que no tiene ningún tipo de miramiento hacia la otra persona. No es capaz de pensar y de ponerse en su lugar pensado el dolor y el daño que pueden estar causándole.
El autor nos intenta trasmitir la poca vergüenza que pueden llegar a tener las personas grabando una pelea… pero no escribiéndola, que sería mucho más distinto y por lo tanto si que acabarían poniéndose en la piel de la otra persona, ya que en vez de grabarla lo vamos escribiendo y el que graba el video se mostrará empático hacia la victima ya que podrá ponerse en su lugar y ver la situación desde una perspectiva mucho más dura y así hará que se de cuenta de lo que sufre la otra persona.
En fin, la victima es la que acaba escribiendo ya que lo hace para poder desahogarse, quitarse toda la rabia que tenga dentro de él mismo. Ya que en este caso la víctima agredida seria la valiente, al estar transmitiendo sus sentimientos y no en el caso contrario de la otra persona